La pandemia global de COVID-19 ha ocasionado una interrupción educativa sin precedentes, afectando a más del 90% de la población mundial de estudiantes. El cierre de las escuelas y las repercusiones socioeconómicas del COVID-19 en las comunidades y la sociedad también perjudican los sistemas de apoyo y atención de nuestros alumnos, dejándolos más vulnerables ante las enfermedades, así como expuestos a más posibilidades de sufrir daños socioemocionales.
La Universidad Politécnica de Francisco I. Madero (UPFIM), prepara un protocolo para un retorno seguro, minimizando el riesgo de transmisión del COVID-19 dentro del espacio educativo y así abordar las desigualdades en el aprendizaje y las preocupaciones en cuanto a la protección a la salud.
Las lecciones aprendidas a raíz del cierre de escuelas por el COVID-19, deben considerarse en la preparación ante desastres y situaciones de emergencia para futuros brotes de COVID-19, junto con otros riesgos específicos del entorno que podrían poner en peligro los miembros de la comunidad universitaria.
El proceso de reapertura de las escuelas ofrece una oportunidad multisectorial para reconstruir mejor, abordar las desigualdades de género y reforzar la capacidad de recuperación del sistema educativo. Un proceso inclusivo y participativo puede contribuir a llevar a todos los jóvenes a un regreso seguro a la Universidad.